¿Qué te sugiere la expresión “L’Homme de Ménage”?
Está claro que es mucho menos común que la consagrada “mujer de la limpieza”.
Pero detrás de estas palabras se esconden muchas realidades —y sobre todo una serie de prejuicios— que Thomas, alias L’Homme de Ménage, se dedica a desmontar metódicamente… y con una sonrisa.
La limpieza, como todo en la vida, tiene dos tipos de personas: las que hablan… y las que lo hacen. Thomas lo ha convertido en su oficio desde hace 13 años. Es decir, sabe de lo que habla. Y como suele decir: “los verdaderos héroes comparten las tareas”. Lo hace también en casa, para alegría de su esposa y sus hijos.
La limpieza no es solo una pasión para L’Homme de Ménage —es, sobre todo, su profesión. Conoce perfectamente las competencias, los códigos, los desafíos, pero también los prejuicios que suelen acompañarla.
Llámalo técnico de superficies, personal de limpieza, agente de mantenimiento o de higiene: a él le da igual.
Thomas es, ante todo, un profesional meticuloso y discreto. ¿Su prioridad? Limpiar eficazmente todo tipo de superficies. Oficinas, ópticas, concesionarios… L’Homme de Ménage domina los gestos, los productos y las técnicas.
¡Pero eso no es todo! Gracias a su experiencia, transmite su saber y forma a personal competente, sobre todo en la limpieza impecable de cristales y escaparates, sin dejar huellas.
Thomas rompe los códigos de la limpieza. Recuerda —con palabras y con acciones— que limpiar no es degradante y que la limpieza también es cosa de hombres.
Los hombres tienen fama de estar menos implicados en las tareas domésticas. En Francia, el 64 % de los agentes de limpieza son mujeres, y la profesión sigue percibiéndose como femenina. Es un hecho: todavía asociamos a menudo a las mujeres con la limpieza.
L’Homme de Ménage lo deja claro. Limpia con esmero, tanto para sus clientes como en casa.
Los agentes de limpieza suelen considerarse “invisibles” o que trabajan “a la sombra”. Se percibe que sus tareas requieren poca cualificación.
¡Pues no! Thomas rompe esa imagen. Se graba en vídeo a primera hora del día, realizando las tareas consideradas “ingratas” con entusiasmo y profesionalismo. Y cuando limpia inodoros o una escalera, no pasa desapercibido… ¡lo muestra con orgullo a sus 1,5 millones de seguidores!
La importancia del trabajo de limpieza para la higiene y la seguridad está más que demostrada. Las mentalidades cambian, sí, pero los prejuicios siguen arraigados. Y perpetúan las desigualdades en el reparto de tareas domésticas en los hogares.
¿Cómo se convirtió L’Homme de Ménage, casi sin quererlo, en figura de referencia del sector? En parte, porque representa la profesión y sus valores.
Thomas es entusiasta, pero no ingenuo. A veces graba pruebas claras de la falta de consideración por su trabajo. Habla con franqueza y legitimidad de los estereotipos y prejuicios.
Acostumbrado a los juicios de valor, Thomas sabe que los estereotipos pueden tener efectos psicológicos devastadores: pérdida de autoestima, desmotivación profesional, deterioro de la salud mental o incluso disminución del rendimiento.
Desde la primera línea, L’Homme de Ménage es especialmente sensible al valor social y al respeto de los trabajadores. Su comunidad, atenta a sus competencias y sus contenidos, se identifica con él con facilidad.
A través de contenidos asumidos y profesionales, L’Homme de Ménage ayuda a los profesionales de la limpieza a identificar sus propios sesgos inconscientes y contribuye a la revalorización del oficio.
Gracias a su experiencia, sinceridad y cercanía, ha logrado rápidamente reunir una comunidad de más de 1,5 millones de personas, incluyendo más de 500.000 en Instagram bajo el nombre de usuario @lhomme_de_menage.
Generoso por naturaleza, Thomas comparte allí sus trucos prácticos y eficaces, así como su día a día como profesional de la limpieza — tanto en el trabajo como en casa.
Sus consejos no son recetas al azar. Filma situaciones reales y demuestra la eficacia de sus soluciones y métodos.
Un auténtico concentrado de saber hacer, repleto de ideas DIY. Como siempre, L’Homme de Ménage aprovecha cada ocasión para desmontar los prejuicios sobre la limpieza.
La gama de productos ecológicos de L’Homme de Ménage®
Después de compartir pacientemente sus trucos en las redes sociales, Thomas se enfrentó a una pregunta recurrente:
“¿Dónde puedo encontrar los productos básicos para este truco?”
Una excelente razón para que L’Homme de Ménage desarrollara productos que le representan: simples, franceses y, sobre todo, eficaces.
Descubre la esencia de la limpieza ecológica bajo la marca L’Homme de Ménage®.
Una gama que permite realizar fácilmente todos los trucos de Thomas — ¡como un profesional!
Se trata de productos y accesorios versátiles, naturales, duraderos, económicos y fabricados en Francia.
Solo lo esencial para frotar sin intoxicarse: piedra de arcilla blanca, jabón negro, bicarbonato de sodio, percarbonato, jabón quitamanchas para la ropa y vinagre blanco, entre otros.
No encontrarás una batería de pictogramas de peligro como en los productos convencionales, porque estos productos no son tóxicos ni para la salud ni para el planeta.
Están fabricados en Francia, lo que reduce la huella de carbono y apoya a las empresas locales.
¿Un formato inteligente y económico?
¡El jabón negro en polvo es un éxito! Solo 300 gramos permiten hacer 10 litros de jabón líquido o utilizarlo tal cual en polvo para otros usos.
Otro sello de calidad: la etiqueta Ecodétergent otorgada por Ecocert a la piedra de arcilla.
En resumen, una gama que le representa: francesa, versátil y eficaz.
Thomas concibe la limpieza como una verdadera experiencia.
Cada producto incluye un código QR que da acceso a los trucos de L’Homme de Ménage para optimizar su uso.
Limpiar también significa no ensuciar el planeta y no poner en riesgo nuestra salud.
Por eso, los envases son lo más ligeros posible, en su mayoría de cartón reciclable, para evitar la proliferación de residuos domésticos.
Para acompañar la gama, se proponen accesorios ecológicos y duraderos: esponjas de luffa, cepillos vegetales, accesorios reutilizables en lugar de desechables.
Son eficaces y una excelente alternativa al plástico o a las soluciones de un solo uso.
Incluso en los productos de limpieza, Thomas rompe con los códigos.
Reinventa la rutina de la limpieza.
Y lo afirma con convicción:
No, los productos naturales no son menos eficaces que los convencionales.
Sí, son menoCollers nocivos para la salud y el medioambiente.
Y sí, los productos naturales y polivalentes son más económicos y ayudan a evitar la proliferación de microplásticos.
L’Homme de Ménage no se conforma con afirmarlo — lo demuestra con sus vídeos y con su línea de productos.
Su misión: democratizar la rutina de limpieza ecológica y probar que se puede ser eficaz y ecológicamente limpio a la vez.
¿Su objetivo? Probar que las alternativas ecológicas tienen futuro en la limpieza.
Los productos L’Homme de Ménage® son eficaces, respetuosos con el medioambiente y con nuestra salud, y fabricados en Francia.
Disponibles en la tienda online: lhomme-de-menage.com
¿Quieres encontrarlos cerca de casa? ¡Pide a tus tiendas favoritas que los propongan!
¿Eres profesional y deseas distribuir L’Homme de Ménage®? Contacta con Thomas.
¿Eres particular y quieres beneficiarte de sus productos y consejos? Síguelo en redes sociales.
Bon Ménage – El libro de trucos de L’Homme de Ménage
“Bon ménage”
Así se titula el nuevo libro de L’Homme de Ménage, que se publicará el 9 de abril de 2025 con la editorial Flammarion.
En su interior: rutinas y consejos para todas las habitaciones — de la cocina al garaje, pasando por el salón y el dormitorio.
128 páginas para facilitarte las tareas cotidianas.
Resérvalo ya para una limpieza de primavera eficaz y ecológica.
Un libro muy necesario para darle sentido a tu limpieza.
Trucos sencillos y recopilados para frotar sin prejuicios y sin contaminar.
L’Homme de Ménage no ha terminado su labor de poner en valor los oficios de la limpieza.
Su trayectoria demuestra que los prejuicios y estereotipos no deben limitar tus ambiciones ni frenar tu evolución.
L’HOMME DE MÉNAGE: LIMPIEZA SIN COMPLEJOS, PARA FREGAR SIN INTOXICARSE.